Vestuaristas, los nominados al Oscar al mejor vestuario son...

La visión de este documental, 'Glamour', una producción francesa de 2011 dirigida por Galeshka Moravioff, de 52 minutos de duración y producida por Films sans Frontières,  manifiesta la inmensidad de un oficio, los vestuaristas, no siempre valorados como creadores.



En 1927 Louis B. Mayer, presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, concibió la idea de otorgar anualmente unos premios a las películas, directores y actores más destacados. El premio se otorga desde el año 1929, y hasta 1948 no se concedió un Oscar al mejor vestuario. Otro detalle importante de esta categoría es que hasta 1967 se dividía en dos sub categorías; siendo la primera Blanco y Negro y la segunda Color por lo que en 1949 en la primera entrega de esta estatuilla nos encontramos con dos ganadores que hoy en día nos pueden parecer semejantes, pero que en el momento fueron vistos como polos opuestos , Juana de Arco (Color- Víctor Fleming) y Hamlet (B/N- Laurence Olivier), ambos recibieron el galardón como lo han hecho muchos otros hoy en día.
Hamlet de Laurence Olivier. 
Fue el primer Oscar Mejor Vestuario B/N, Roger K. Furse
Paco Delgado –diseñador de vestuario del musical Los miserables– afirmó, para el diario español El País, haberse basado en las obras del pintor francés Eugène Delacroix para conocer el vestuario de la Francia del siglo XVIII. Además, tomó como referencia las texturas y la atmósfera lúgubre de las Pinturas negras de Francisco de Goya.

La sensibilidad artística del vestuarista halla su espacio en la investigación de la historia de la moda. El diseñador visita museos, lee documentos y destruye –y reconstruye– vestidos antiguos.

El vestuarista es parte de un equipo técnico; trabaja junto con el director, el director escénico y el diseñador de iluminación; igualmente colabora con los maquillistas, así como con los encargados de los efectos especiales, explica Miguel Casafont.

Rolando Trejos considera: El diseñador plasma el concepto que tenga el director en un montaje artístico en época, en color, en textura'.

Pese a trabajar con la misma materia prima, el papel del diseñador de moda y la labor del diseñador de vestuario difieren: Un vestuarista debe abarcar lo que la obra requiere, lo que necesita el director de escena y el concepto general del montaje. El diseño de modas se adapta a lo que quieran los clientes.

El diseñador de moda crea de acuerdo a las pautas trazadas para insertarse en un mercado, a partir del conocimiento de la evolución del gusto y en relación con las tendencias, indica Diana Fernández.

Esa diferencia no impide que un vestuarista se incorpore al mundo de la moda o que un diseñador de moda pueda ser vestuarista, como Hubert de Givenchy, quien creó el mítico vestido negro que Audrey Hepburn llevó en el comienzo de Desayuno con diamantes (1961). Sus diseños también constan en Sabrina (1954), a pesar de que Edith Head no permitió que el nombre de Givenchy apareciera en los créditos junto al de ella.

El vestuarista es una de las partes de un rompecabezas artístico; su conquista está en tomar las pinceladas y los detalles de lo cotidiano para darle lugar a la realidad humana en las tablas o la pantalla.

De la historia a la ficción, de la escritura al fotograma: a partir del valor de la indumentaria como medio de comunicación no verbal, debe existir una adecuación de sus códigos a la expresividad propia del séptimo arte, concluye Diana Fernández.

A la izquierda boceto de Walter Plunkett para la película Lo que el viento se llevó
A la derecha Scarlett O’Hara con túnica de terciopelo rojo

Edith Head,  (1897-1981) fue una diseñadora de vestuario estadounidense que ganó ocho premios de la Academia y tuvo 35 candidaturas por su trabajo, cuenta el artista Miguel Casafont. La diseñadora creó los trajes de películas clásicas, como Vacaciones en Roma (1953), La heredera (1949), El crepúsculo de los dioses (1950) y El golpe (1973), entre otras grandes obras cinematográficas.
Grace Kelly, Atrapa a un Ladrón (1955)


















Charles Le Maire. Encargado entre , otras películas, del diseño de vestuario de Como Casarse con un Millonario junto a Travilla o Eva el Desnudo junto a Edith Head.


Charles Le Maire costume designs for the Greenwich Village follies [graphic](1925 and 1926)



Travis Banton. El glamour de las películas de los años 30 con sus estrellas femeninas y suntuosos trajes ajustados, venía de la mano de Travis Banton, jefe del departamento de diseño de vestuario de Paramount Pictures.

http://www.vistelacalle.com/87207/el-glamour-del-hollywood-de-oro-con-el-disenador-travis-banton/
Travis Banton, Claudette Colbert in Cleopatra, 1934,
directed by Cecil B. DeMille











Adrian Adolph Greenberg.
Binomios artísticos

Ya sea como Adrian Greenberg, Gilbert Adrian o simplemente Adrian, Hollywood nunca conoció alguien tan glamoroso a la hora de confeccionar un vestuario para sus estrellas. Encargado directo de aportar con el glamour que la Garbo, la Harlow, la Crawford o Katharine Hepburn emanaron en sus años de gloria, Adrian asistió a los inicios de la Parsons School en Nueva York, y se trasladó a perfeccionar sus artes a París en 1922. Gracias al llamado de la esposa de Rodolfo Valentino, Natasha Ramvova, consiguió un lugar en la época dorada del cine de los estudios, cuando el staff y sobre todo los diseñadores de vestuarios, estaban asegurados para vestir de manera absoluta a las mejores estrellas.




Orry-KellySe dedicó desde los años 30 hasta los 60 a vestir a las más importantes actrices del cine, y junto a ello a repartos clásicos en El halcón maltés (1941) con Humphrey Bogart, a quien volvería a vestir en Casablanca (1942), donde además diseñó el vestuario de Ingrid Bergman. Sus dos Oscar restantes los ganó luego de trabajar al servicio de Leslie Caron y Gene Kelly en Un americano en París (1951), quien también apareció en su otra galardonada película Les Girls (1957), basada en una obra de Cole Porter con Mitzi Gaynor, Kay Kendall y Taigna Elg. En 1934 dejó su huella junto a la legendaria Bette Davis en Fashions of 1934, una historia que mostró la industria de la moda bajo la historia de una vendedora que busca prendas viajando a París.


Joan Crawford con un espectacular traje de Adrian,
para la película Dancing Lady, 1933
Singing in the rain (1952) - Walter Plunkett



























Walter Plunkett. Hoy es considerado uno de los primeros diseñadores de vestuario para cine que se atrevió a proponer por si solo, sin esperar la decisión de productores y/o directores. Fanático de la investigación y la utilización de referentes para su creación, es hoy la inspiración de miles de diseñadores que pretenden proponer un trabajo tan completo a la hora de vestir una producción de cine.



Howard Greer. (1896-1974) Fue uno de los diseñadores que contribuyeron a la era dorada del cine de Hollywood. Comenzó trabajando para la mítica firma Lucile creada por Lucy Shutherland, posteriormente Lady Lucile Duff-Gordon por su matrimonio con el aristócrata Cosmo Duff-Gordon. combatiente durante la I Guerra Mundial en Francia, tras la contienda colaborará con Lucile, Paul Poiret y Molynaux en París, y comenzará a diseñar para el teatro. Pero regresa a Estados Unidos donde se convertirá en el jefe del departamento de diseño de la Paramount. En los estudios de Hollywood será el encargado de diseñar para Katherine Hepburn en Christopher Strong (Hacía las alturas) de 1935 y Bringing Up Baby (La fiera de mi niña) de 1938. También vistió a Deborah Kerr en la maravillosa Tu y yo que protagonizó junto a Cary Grant o a Irenne Dunne en Mi mujer favorita. Howard Greer fue el responsable de contratar a Edith Head que cuando llegó a la Paramount no sabía dibujar y aprendió del minucioso Greer.

Howard Greer and Walter Plunkett - Christopher Strong (1933)




























Jean Louis. Diseñador de vestuario. Nació en París (1907-1997). Trabajó primero para Agnès Drécoll. En 1935 viajó a Nueva Yok y trabajó durante siete años con Hattie Carnegie. En 1944 fue nombrado jefe de diseño de vestuario en la Columbia Pictures de Hollywood. Creó para Rita Hayworth en la película "Gilda" (1946) un vestido de raso negro sin tirantes cuya hechura permitía a la actriz movilidad suficiente para la escena de la danza. Se copió muchísimo. En 1958, pasó a trabajar en la Universal. Desde 1961 a 1988 dirigió una casa de confección especializada en trajes de noche y siguió trabajando para la industria cinematográfica de forma independiente. Entre las estrellas a las que vistió están Doris Day, Kim Novak o Irene Dunne. También se encontraba entre sus clientas la duquesa de Windsor.
Rita Hayworth, Gilda 1946 - Jean Louis









William Travilla. En 1955, Marilyn Monroe pasaría a la historia como una de las actrices más sensuales de la gran pantalla, gracias a un simple pero efectivo movimiento en su película The seven year itch. Allí, gracias a un vestido fabricado por William Travilla, sus piernas y su icónica imagen saltarían a la par como uno de los momentos más recordados.


Rita Hayworth, La Modelos
Cover Girl, 1944















Gwen Wakeling. Sin haber quedado su nombre entre la lista de ‘los grandes’ del diseño de vestuario de cine, Gwen Wakeling merece una reconocida mención, no solamente por la cantidad de obra realizada (casi 150 largometrajes) sino por algunas de sus creaciones que marcaron la imagen de filmes emblemáticos entre los años 40 y 50’s del pasado siglo. Diana Fernandez



Interesante selección de Diana Fernandez en su blog Vestuario Escénico





Y... este 2015, los nominados al Oscar al mejor vestuario son

BAUHAUS. No solo de Weimar a Berlin

Estudio para Variant [Variante], c 1947

"La BAUHAUS no puede explicarse", escribió el artista Jean Leppien. “La BAUHAUS fue sobre todo una actitud intelectual, una comunidad de ciento cincuenta individualistas, unidos en una cruzada común contra viejos valores y prejuicios. Wolfgang Sattler, profesor de DISEÑO de productos en la actual UNIVERSIDAD BAUHAUS de Weimar dice: “Cada uno crea su propia Bauhaus, se la inventa como el cohete propio hacia el futuro. Sólo que ese cohete no puede dirigirse.”
El experimento pedagógico-artístico de la Bauhaus (1919-1933) es concebido por Luis Fernández-Galiano en tres fases, que corresponden por este orden a la primigenia escuela de artes y oficios, que se transformaría en escuela de diseño y finalmente en escuela de arquitectura con la dirección de Walter Gropius. Esta progresión corrió paralela a la convulsa historia de Alemania durante el periodo de entreguerras, desde Weimar y Dessau hasta Berlín. Paul Klee formó parte de la Bauhaus desde 1920 a 1931, de manera que vivió tanto el periodo más iluminado de la escuela –catalizado por las inclinaciones místicas del también suizo Johannes Itten–, como la etapa más racionalista y funcional, iniciada en 1923 bajo la influencia de Theo van Doesburg y el neoplasticismo holandés.  
Vídeo integro de la conferencia.

Maestros y aprendices de la Bauhaus. Seleccion de obras y pequeña biografía de alguno de los componentes, gracias al estupendo blog O seculo prodigioso:


Albers, Josef - Abstract Art
Doesburg, Theo van - Neo-Plasticism
Ardon, Mordecai - Expressionism / Abstract Expressionism
Malevich, Kasimir - Cubism / Suprematism
Archipenko, Alexander - Sculpture
Klee, Paul - Expressionism
Feininger, Lyonel - Expressionism / Cubism
Vasarely, Victor - Abstract Art
Feininger, Andreas - Photography
Moholy-Nagy, László - Photography
Kandinsky, Wassily - Expressionism / Abstract Expressionism
Margaretha Reichardt, Little Peg Dolls, exercise from Josef Albers' preliminary course, 1926
Benita Koch-OtteCarpet for a Children's Room, 1923

La danza en la Bauhaus. Noventa años más tarde, incluso las danzas de la Bauhaus han pasado a formar parte del canon clásico.



La Bauhaus, laboratorio de la modernidad




Exposiciones celebradas. Fundación Juan March, Madrid.




BAUHAUS - 8 junio - 16 julio, 1978


Paul Klee: maestro de la Bauhaus Fundación Juan March, Madrid.. 22 de marzo 2013 – 30 de junio 2013.

Jesús del Real Amado: Escritores complutenses 2.0

Josef Albers Proceso y grabado (1916-1976) Fundación Juan March, Madrid. 2 abril – 28 junio 2014


¿Tiene que enseñarnos la Bauhaus en una crisis como la actual? El Manifiesto Bauhaus de 1919 firmado por su creador Walter Gropius y en el que abogaba por la unión de diferentes artes y artesanías, contra la separación de saberes imperantes, entre otros aspectos.

“La base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista. Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora. 
Creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en que todo constituirá un solo conjunto”